La pedagogía Montessori hace de esta diversidad de aprendizajes y de necesidades una virtud en lugar de ser un inconveniente.
Los niños aprenden lo que necesitan aprender en su camino y esto no significa que cada uno haga lo que quiera, sino que cada uno quiere lo que hace.
¿Qué aprendemos?
Los niños aprenden todo el tiempo y no distinguen entre trabajo y juego. Se fijan en todo lo que los adultos hacemos y en lo que hacen otros niños para, a través de la imitación y la repetición, adquirir y afianzar los aprendizajes.
Es muy importante que no olvidemos que cada niño vive un momento sensible de aprendizaje y va avanzando en su propio camino. Como ya sabemos cada uno vivimos nuestras propias circunstancias que favorecen unas inquietudes u otras.